Cada uno le da el valor a las cosas. Algunos lo hacen y otros no. El trabajo de cada uno si tiene que ser valorado porque le pone mucho empeño y sacrificio. Federico Bongioanni trabaja en Huracán de Barrio La France y actualmente coordina las promcionales y maneja la escuelita de fútbol. Para él, las inferiores es el valor clave para enseñarle a los chicos a jugar y a divertirse.
-Contanos que es lo que haces en el club.
-Soy coordinador de las promocionales, de cebollitas de la escuela de fútbol. Estamos en la tarea de coordinar a los chicos de tratar de darles las primeras herramientas para ellos que están creciendo y de que aprenda día a día. Además ayudó a otros técnicos de otras divisiones si surge algún problema.
-¿Cómo fue el comienzo cuando comenzaste trabajando esas funciones?
-Al principio nos costó un poco en la escuela porque estaba en cero. Empezamos con 20 chicos y en tres meses pasamos a tener 100. Principalmente esa cantidad se debe a que uno en su función trabaja de manera ordenada y prolija. Acá traje a gente que se recibieron de técnicos ya que estoy convencido de que debe haber personas capacitadas al frente de los chicos, no cualquiera puede estarlo más si son 20 o 25 por categoría. Por suerte tenemos un gran grupo trabajando en el club.
-¿Cómo es la situación social de los chicos que están aprendiendo?
-Mirá tenemos muchos niños participando. Hay una diferencia en el que cuando yo era chico, toda la gente quería al club. Pero antes no había mucha formación en los técnicos, ahora sí lo hay y en el club se está notando ese cambio porque los chicos van a tener las herramientas para tratar llegar a primera y que no les pase lo me pasó a mí que fue que yo no sabía cuestiones de la alimentación. Eso lo pude aprender a través de los chicos que sabían.
-¿Por qué es importante la formación en las inferiores para un niño?
-El método de trabajo tanto en las promocionales, en cebollitas y en la escuelita es similar. Muchas veces intercambiamos a los chicos para que lo que están en las promocionales le den una mano a los de la escuelita. Para mí lo más importante es que ellos jueguen y que se diviertan. Por ahí se toma los tres puntos como una vida y eso no es lo correcto. Obviamente que cuando vayan creciendo ahí sí hay que preocuparse por el resultado.
-Dentro del aprendizaje, ¿está también los valores?
-Sí, los valores tenes que enseñárselos junto a los padres. Uno lo tiene dos o tres veces por semana y los chicos están en la casa todo el día. Entonces si uno hace un trabajo prolijo, como el que estamos haciendo, y los padres están comprometidos, ahí resulta un combo importante. Las inferiores sin los padres no son nada. Son ellos los que traen a sus hijos de local o de visitante. No hay nada más lindo que ver jugar a tu hijo al fútbol.
-En cuanto a tu vida personal, hay algo particular con tus hijos. ¿Qué es?
-Tengo tres hijos, dos nenas y un varón. Una de ella tienen nacionalidad chilena y la otra es de acá. Mi hijo varón es ecuatoriano y está en el club. Tuve la suerte de jugar en Bolivia, Chile, Venezuela y en Ecuador. Gracias a Dios llegue a jugar en primera. Uno llega a tener mucha experiencia en toda la trayectoria. A los 24 años quería estudiar para ser director técnico. Aun así, sigo jugando en la Asociación Deportiva Colazo en la localidad de Colazo. Queremos tratar de volcar toda la experiencia mía y de los profesores a los niños.
-¿Qué es Huracán?
-Yo he jugador mucho tiempo fuera del país y llegué a jugar en primera. Pero Huracán es mi casa. Yo siempre tuve el sueño de tratar de ordenar el club en lo que me toque. Hoy los dirigentes se han bajado de la tribuna y son dirigentes. Somos todos hinchas que tratamos de hacer lo mejor posible dentro de lo que tenemos.