El "Loco", ex jugador del club de barrio Jardín en el que logró el ascenso ante Belgrano en 1998 y la Copa Conmebol en 1999, hizo un balance de su trabajo en las divisiones formativas y el desempeño de los jugadores de la "T".
¿Cuántos años lleva en el club trabajando en inferiores? ¿Siempre en la 7ma o ha trabajado en otras categorías?
En inferiores, tres años y medio. Arranqué trabajando con la 9na, dos años, y este año con la 7ma.
¿Qué balance hace en lo que va del año sobre el Campeonato de AFA?
El balance ha sido hasta ahora positivo. Hemos tenido un año de trabajo intenso, continuo. Realmente los chicos han sabido entender y han sabido tener el compromiso desde el primer día. Gracias a Dios los resultados han acompañado para poder seguir trabajando día a día con los chicos, apuntando a seguir mejorando a nivel individual como colectivo.
¿Qué ve usted como formador en este tercer año que los juveniles van progresando en Talleres?
Uno ve un progreso importarte. Los jugadores que tengo este año, los tuve hace dos años, con ellos arranqué como técnico. Han evolucionado no sólo en la parte deportiva sino en la parte personal, y eso va acompañado, de los dos lados. El aprendizaje y la experiencia ha sido importante en ellos. El cambio que ha habido en el club después de la conducción nueva, lo han sabido interpretar, tener el compromiso y han hecho un cambio muy positivo a nivel personal y de trabajo en el día a día.
¿Cómo destaca hoy el trabajo de Talleres peleando par a par con los clubes más grandes en juveniles?
Se ha adelantado un proceso que los otros clubes llevan de mucho tiempo. Hemos emparejado el trabajo. Se ha visto reflejado en los resultados y en la parte individual de cada chico. Sin dudas los resultados acompañan a seguir apuntando a este proyecto en el cual hace dos años estamos trabajando y los resultados han surgido muy rápido. Equiparar en dos años un trabajo de clubes que llevan siete u ocho años es muy importante. Todo apunta a que los chicos supieron entender el cambio de esta conducción nueva con mucho compromiso, voluntad, entrega para poder aprovecharlo.
¿Y en lo formativo? Más allá de los resultados, como técnico ver el jugador juvenil que llega al plantel de la primera…
Uno cuando trabaja apunta a eso, pero primero hay que apuntar a lo formativo y después a lo futbolístico. Uno ve el progreso de cada chico. La idea es esa, que cuando algún chico tenga la suerte de jugar en la Primera División sea tanto por lo futbolístico como por el aspecto personal que se le brindó en todos los años en inferiores.
Más allá de la coordinación general, ¿hay una parte de Gustavo Lillo de lo que ha sido como jugador? ¿Ha dejado su sello en la 7ma?
Uno trata de transmitirles muchas experiencias que tuvo cuando jugaba, tanto en primera como en inferiores. En el caso mío uno se ve identificado con jugadores que tengo hoy día y por eso se trata de formarlos en la persona. Uno trata de transmitir experiencias a nivel individual y colectivo por haber estado en varios planteles. El sello es lo que uno lo mantuvo en esta carrera durante mucho tiempo y en algunos se ve reflejado y queda demostrado en cada partido, en un juego, en actitudes dentro de la cancha, que no quedan a veces reflejados en un resultado.
Por: Cristian Gómez / @CrisDG1997