El Club Defensores Central Córdoba nuevamente se encuentra en medio de la indignación y la impotencia tras haber sido víctima de un robo en sus instalaciones.
Este lamentable suceso marca la séptima ocasión en el año en que el club ha sido objeto de este tipo de actos delictivos, generando una profunda preocupación y malestar en la comunidad deportiva y social que lo rodea.
En un comunicado público, el club expresó su consternación por la situación, denunciando la falta de respuestas y medidas concretas para prevenir estos robos recurrentes.
La entidad enfatizó en la gravedad del hecho, especialmente por la consecuencia directa que tiene en los cientos de niños y niñas que forman parte de su programa deportivo.
El club, que funciona como un valioso espacio de contención social y deportiva, sufrió un daño irreparable con este acto vandálico.
El comunicado detalló el alcance del robo, incluyendo elementos esenciales para la práctica deportiva como pelotas de entrenamiento y partido, materiales de utilería como pesas, vallas y conos, así como incluso juegos de redes de arco y reflectores Led.
Cada uno de estos elementos representa un esfuerzo financiero significativo para el club, que se sostiene con recursos propios al carecer de apoyo económico de patrocinadores o el gobierno.
La situación llevó a la comunidad deportiva y a las autoridades a cuestionar la falta de seguridad y respuesta ante este tipo de actos.
El club ha hecho un llamado a la sociedad y a las autoridades en busca de soluciones para detener esta serie de robos que han afectado su funcionamiento y su misión de promover el deporte y la formación integral de los jóvenes.
El comunicado finaliza con un mensaje de esperanza y unidad, reafirmando el compromiso del club y su comunidad en superar esta difícil situación y continuar adelante con sus objetivos.
La denuncia pública de este hecho busca visibilizar la realidad que enfrentan muchos clubes y entidades deportivas en Argentina, exigiendo una acción concreta y un mayor esfuerzo en la protección de estos espacios que tienen un impacto positivo en la sociedad.
Este triste episodio pone de manifiesto la necesidad de trabajar en conjunto para garantizar la seguridad y el bienestar de estos espacios, evitando que la maldad y la delincuencia afecten a instituciones que desempeñan un papel vital en la formación de las futuras generaciones.